jueves, 29 de abril de 2010




La propiedad criminal

De von Wernich a Bush, muchos canallas han cometido sus crímenes en nombre de la civilización occidental y cristiana.
Una civilización que huele mal y que de cristiana no tiene absolutamente nada.
Civilización basada en un único principio considerado prácticamente sagrado, absoluto: "el derecho a la propiedad privada". Pero los que todavía creemos en Dios tenemos también derecho a preguntarnos:¿Es Dios, el Dios cristiano?, el Dios de la Biblia, un celoso defensor del capital, del egoísmo a ultranza, de los ricos y poderosos, de la iniciativa privada, etc., etc?Es evidente que no. Basta con leer las Escrituras con sencillez, sin ceguera, para darse cuenta de esto.
Hay un punto que me interesa especialmente porque es apremiante, porque todos necesitamos de un lugar, de un techo para vivir: La propiedad de la tierra.
En la Biblia encontramos que cuando Dios le entrego al pueblo de Israel la Tierra Prometida lo hizo de una forma equitativa, repartiéndola entre todas las tribus y familias de la nación. El no quiso que hubiera ricos y pobres separados por una brecha insalvable. Cada familia debía tener su parcela, su heredad. Y todavía mas, aclara en Levítico 25 que cuando alguno empobreciera y llevado por la necesidad vendiera su tierra: "La tierra no se venderá a perpetuidad, porque la tierra mía es". (Verso 23). De modo que no había posibilidad, de acuerdo a la Ley de Dios, de que algunos acumularan propiedades inmensas y otros se quedaran sin nada, sino que en el año del jubileo La propiedad era restituida a la familia original. Porque la tierra, en ultima instancia -y todavía hoy, podemos decir- ES DE DIOS.
De esto resulta que nadie tiene derecho a apoderarse de la tierra, porque la tierra es de Dios, y hacerlo es claro atropello contra la justicia natural. Pero existe todo un complejo sistema jurídico, económico que hace que la tierra este en manos de los privilegiados y esto se sostiene por un Estado y una legalidad que se dicen democráticos pero no lo son, sino que se basan en la violencia, en el uso de la fuerza.
En la Argentina especialmente en tiempos de Rivadavia primero, y de Roca después, se han repartido inmensas cantidades de tierras a milicos y oligarcas de las camarillas gobernantes. Esto se hizo sobre la sangre derramada sin piedad de los aborígenes americanos que habitaban antes allí; y luego fue convalidado por "la ley" y "la señora justicia", la justicia burguesa que, claro, como tenia los ojos vendados, no pudo ver nada. Estos robos a gran escala, con genocidio incluido, son perfectamente legales. Esas matanzas que se repiten cíclicamente son las que mejor definen la naturaleza de nuestras clases "acomodadas". Y guay del que quiera volverse contra estas sagradas propiedades privadas. Le caera encima La ley y la Justicia con todo su peso: la Policia, el Ejercito, la Gendarmeria, y dale que va.
El pobre tipo que ocupa una casa o un terreno, el que no puede pagar un alquiler, el que pernocta en la calle, ese es el delincuente, y el aparato de represion estatal le cae con todo.
En cambio los que robaron y roban en grande son intocables. Porque ya lo dijo Martin Fierro: "La ley es tela de araña, siempre atrapa al bicho chico pero el bicho grande la rompe".
Pero es es la ley tramposa de algunos seres humanos y no la verdadera Ley de Dios.

Daniel

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